como un cadáver que se iluminó
en la llama del silencio.
El secreto anduvo en la pira,
nucleosíntesis, y el sol lo llenó de su olvido
limpiándolo con la prebiótica del Ser
en pos de alborada.
El secreto quiso ser pájaro
donde el metano hedía
¡y hoy está muerto y enterrado!
El sol lo sigue quemando
como a una espiga.
9-16-1990 / Del libro Tantralia
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