martes, 14 de agosto de 2007

Mito-poema


Te abriré, mitopoema
porque estás más allá de habla caprichosa.
De estas murallas secas donde la gente
come vidrio y escupe lajas.

Yo sí creo en el Jardín con manzanas
de núcleo medulares e ígneos.
No me quedo sobre fiambre de tejones y espejismos.
Yo sí quiero la muerte, la vida, y seré un revendón
de estas verdades, los frutos.

Solazaré mis dedos por las grietas.
Buscaré la semilla, lo Eterno.
El que escrutó los grumos, las espinas,
y dijo «me es suficiente», no sabe de tus colores
más bellos, no sabe decir: «¡Existes!»

A corte de machete, dividiré las horas del presente
y los objetivos que guardaste dentro de la pepa.
Cantaré cuando el sol se despida desde esta orilla
a la pulpa blanda como vientre, com alma.

Habrá objetivos que no pueda decir todavía
que son míos, hortalizas prohibidas por ahora.
Las dejaré crecer y madurar para mí.
Vendré cuando me digas, renaceré.
Y sabré que hay sustancias para otros ojos
que me llevan ventaja, viejos almas
con eterno espíritu y cuyas gargantas
ya no conocen amargura; una visión estuvo
inserta en las estrofas del origen.


De Yo soy la muerte / Blogspot

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