martes, 14 de agosto de 2007

Memorias del hippismo


La eternización de lo inmóvil es una lápida,
pero esta cama es sudor, olor a semen,
entrega, bija del hibisco,
telares estambrados vulva adentro
por lo infinito temporalizado.

Vivir y pensar se han trenzado
con el lenguaje de la orgía
y con pasos de ménades, el dolor filosofa.

Afirmar el gozo y el dolor es querer
la eternidad con revolcones, se repudia
la trunca linfa, éxtasis de promesa,
la espera que es más fría que los polos
y fraternales sermones o consejas paulinas.

El acto de volver a comenzar está desnudo
y el pene no es una idea, sino un córrele...
y las piernas, aún no cansadas, se agitan
y ese vientre abierto
y sus caderas
son la vida.

II.


Que con peplos abiertos,
bragas en las rodillas,
se abran las blusas
las colegialas, las meseras,
las libres y las esclavas,
las dejadas, las viudas
las casadas y solteras...

Que el broche de una promesa
nada oculte.
Que el cierre de cremallera
nada esconda porque hoy
la eternidad presente como loba aúlla.
La eternidad alborota como gata los tejados.
Su movimiento inestable es uno de pezuñas.

El movimiento del ser quiere su ausencia
y bajo las cobijas se ha vuelto
el coito más cachondo,
la presencia del sexo más caliente:
la afrodisia, la ausencia de nostalgia.

III.


¡Qué rico que, por afirmación,
revienten el sostén, a besos, los hijos terrenales
de Semele, los guerrilleros de la Gran Madrugada!
Que el escote se prohíba de los senos
y que las manos democraticen sus tersuras
y las repartan a las bocacalles
bajo túneles y sobre las rampas
de las perspectivas...

IV.


El afirmador no cesa de llegar a ser él mismo.
El beso que recién ha nacido
el retorno del instante idéntico reclama
y moverse como lengua, golosamente enloquecida.
Y crecido, el beso quiere, yendo al plexo
de los senos calientes, los pezones
y aún más sudarse en el carmín,
lamer en grande y si las manos del deseo
lo permitieran, apretar debajo de las nalgas,
jalar el clotis, salarse con chupetes
y caricias, vivo julepe
con dedos en lo incógnito.

17-3-1990 / Del libro Memorias de la contracultura / La niña hermosa y el viejo / Voy a mirarte dos veces

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