and equality turned out to mean the destruction of all differences
of rank and even of nature: Allan Bloom
Robaré únicamente lo que será para tí
estorbo, escarnio indeseado, lo inútil,
lo que en tu esfera sonora
has amordazado, presencia que en lo táctil
de los días, quedaron sin cariño, símbolos
que díste por vacíos.
Para tí no existe el aroma, ofrenda de lo grato.
Puertas cerradas me llevaré.
Seré yo quien la abra y conoceré el abrazo tibio
de los encerrados, los amorosos, los tiernos.
Me llevaré la enseñanza. Es necesaria
para la muerte digna… morir un poquitico dia con día.
Al mirar al horizonte, viendo círculos,
recordaré el Código del Todo.
Aprenderé que hay almas preexistentes, no se desaparece,
no se olvida el Ser ni sus deseos ni lo incorruptible
que yace en lo invisible ni el estado de carencia
que se liga a sensaciones, por más nimias que sean.
Lo que tengas por broza, por berzos, por nada,
como pordiosero que escarba en zafacones,
lo quiero, voy a seleccionarlo, porque tanto corpacho
que tienes, tanta abundancia de músculos fibrosos,
y dejas amores amenguados en la esquina,
los colmas de tristeza; todo se adormece contigo
en incompletos despertares, en tirriosas vigilias.
Lleno estás de privilegios inmerecidos.
Tú no agradeces. La dignidad la encarcelaste
en los instintos, tú reprimes al prójimo,
pero te sobreindulges. Te hartas te impureza
día con día. Me reprendes, me persigues
porque te digo: ... Cuántos pasos das, Esaú,
pero tan mínimo camino, cuánta raíz en lo sublime
heredaste y te conformas en el presente
con tu sombra; qué ávidos sentidos en la carne,
qué maravillosas hormonas, potencial de mensajes,
y qué pobre el mensaje que circulas...
Por eso quise la primicia
de la herencia, primogenitura de destino;
por eso te robé, tísico en el alma, vagabundo cósmico.
Ciego reo de la Llama, verdugo cariduro de los yamadutas.
Es la forma de quererte, mi samsara, porque eres avaro,
raquítico de espíritu, y maldices con los cinco sentidos,
en tanto yo los alabo. Doy a las madres su canto
y loas a sus benévolas cavernas uterinas,
sus riachuelos para el dios-pez del Acuario.
Ante Yamaraja voy, me presento ante el Gran Maestro
del Ocaso, y por tí pido, ay, que aprenda él …mansedumbre
y caridad y autodominio porque cómo tornas de ominosa
la vida de otros hombres, cómo afligen (los que son como tú)
el karma de sus pueblos, el karma colectivo...
Del libro Yo soy la muerte
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